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¿Qué es una lluvia de meteoros?
Muchas veces hemos escuchado el término “lluvia de estrellas” y nos asalta la pregunta: ¿Qué pasaría si…? ¡Por supuesto que no caen estrellas del cielo, aunque sí que caen rocas! No se asuste, que las llamadas lluvias de meteoros son en realidad más parecidos a granos de arena.
¿Qué es un meteoro? Este vocablo proviene de la palabra griega meteoros, que significa “alto en el aire”. Cuando una partí¡cula colisiona con el aire, a una altura que va de 80 a 120 km, la fricción genera un calor tal que los átomos que se encuentran a esa altura se cargan eléctricamente. Este fenómeno se denomina ionización y es el que ocasiona que veamos los típicos rastros luminosos.
Las lluvias de meteoros son como mensajeras del pasado, es el encuentro con rastros de cometas que surcaron el Sistema Solar hace siglos o milenios. Entre estos espectáculos celestes, las Líridas y las Eta Acuáridas destacan no solo por su belleza, sino por su conexión con cuerpos celestes emblemáticos. ¿Por qué ocurren las lluvias de meteoros?
Líridas: La lluvia milenaria que ilumina abril
Las Líridas son producto del cometa C/1861 G1 (Thatcher), descubierto en 1861. Este cometa, con una órbita de 415 años alrededor del Sol, libera partículas de polvo y rocas que la Tierra atraviesa cada abril. Cuando estos meteoroides, del tamaño de granos de arena, chocan con la atmósfera a una velocidad de 49 km/s, se desintegran creando destellos luminosos (¡Imagine ver un cuerpo, cuya masa se asemeja a la de un grano de arroz, a 80 km de altura brillando como una estrella!).
Estos destellos duran una porción de segundo o varios segundos, dependiendo del tamaño de la partícula (Fig. 1, ver gráfico) que colisiona con la atmósfera terrestre. Cuando estas son más grandes (pocos milímetros) se originan los llamados bólidos, trazos luminosos que atraviesan el cielo e incluso pueden generar el típico “boom” que se escucha cuando un cuerpo rompe la barrera del sonido (A una altura de 80 km la temperatura del aire es -60°C, por lo que la velocidad del sonido es de 300 m/s). ¡Estos bólidos superan muchas veces el brillo de Venus!

Esta lluvia de meteoros adquiere el nombre de Líridas, porque los trazos parecen provenir todos de la constelación de la Lira (Fig. 2). A esta característica se le denomina radiante. Esto no quiere decir que los meteoros se observen solo en esa dirección, usted puede acostarse en el suelo o el techo de su casa y observar un destello en cualquier sector del cielo.
Otra de las características de este espectacular fenómeno es que la mayor cantidad de trazos observable por unidad de tiempo fue el día 22 de abril, lo que no significa que se puedan observar trazos entre los días 16 al 25 de abril (Fig. 3). Por tanto, todavía se puede disfrutar de este fenómeno.


Eta Acuáridas: Tras el rastro del Halley
Las Eta Acuáridas son una de las dos lluvias anuales asociadas al famoso cometa Halley (la otra son las Oriónidas en octubre). Cada mayo, la Tierra cruza los restos dejados por este cometa en su órbita de 76 años (como promedio), cuyo último paso cercano fue en 1986 y el nuevo será para 2061.
Como la constelación de Acuario (Fig. 4) está baja en el horizonte de Cuba durante las últimas horas de la madrugada, los destellos parecerán surcar el cielo de forma paralela al suelo. Esto no le resta belleza, solo que las condiciones de visibilidad serán mejores para los países del hemisferio sur.
La característica que hace a esta lluvia más hermosa es que se podrán observar más bólidos, por lo que la invitación está hecha para que desde finales de abril y principios de mayo disfrutemos de este otro fenómeno. En otras condiciones podríamos decir que disfrutaríamos todo el mes de mayo, pero la luz de la Luna a partir del día 6, dificultará las condiciones de visibilidad durante la madrugada.

Consejos para observadores
- 1- Escapa de la contaminación lumínica: Busca lugares rurales con cielos oscuros.
- 2- Adapta tus ojos: Espera 20-30 minutos para acostumbrarte a la oscuridad.
- 3- Evita la luna: Planifica en fechas cercanas al máximo, pero alejadas de la luna llena.
- 4- No uses telescopios: El campo amplio de visión es clave; recuéstate y observa todo el cielo.
- 5- No observe directamente hacia el punto radiante. Desvíe su mirada unos 400 (Si extiende sus manos abiertas hacia el cielo de modo tal que se junten los pulgares, los dedos más pequeños estarán señalando una abertura aproximada de 400).
- 6- Trate de hacer esta observación acompañado de más personas, dado que usted solo no puede cubrir toda el área del firmamento y puede que deje de ver algún destello.
Testigos del pasado
Las Líridas y Eta Acuáridas no son solo espectáculos fugaces, son huellas de cometas que conectan nuestro tiempo con ciclos cósmicos de siglos. Observarlas es, en esencia, presenciar el rastro de viajeros celestes que, aunque invisibles hoy, dejaron su firma en el firmamento. Como escribió Carl Sagan: “Somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas”. Y en estas lluvias, ese polvo cobra vida.